miércoles, 23 de octubre de 2013

Romper





Se tensó el instante en la cuerda de lo roto.
La ausencia de la copa en el hueco de mi mano
parece estar aún llena de cálido licor,
Parece que aún pudiese notar el tacto del fino cristal
Con solo cerrar un poco la mano
Aunque sé que, de hacerlo, no encontraría nada.

En el suelo el líquido ámbar baña los cristales:
Es un charco,
No es más que un charco,
Ya no es más que un charco.

Sería necio agacharse a beber de él,
Nos llenaríamos la boca de azúcar y cristales.
¿Para qué permanecer entonces lamentándonos?
¡Acabemos ya con esto!

Sin embargo, que extraño resulta recoger los trozos,
pasar la fregona, seguir adelante...

Qué incomprensible resulta
que todo continúe
después del final

.

2 comentarios:

  1. Incomprensible...y necesario. Me alegra que vuelvas a escribir. Ahora me toca a mí hacer el esfuerzo. Un beso.

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  2. Ánimo con ello! Que tu personaje perdido por la Venecia del siglo XII debe de estar ya cansado de la falta de movimiento. Besos!

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